lunes, 29 de junio de 2009

Mis 6 esposos

En el facebook me llego uno de esos tantos test donde te invitan a elegir 5 personas con las que te casarías mañana mismo, yo elegí 6 y como verán todos son morenos.

Mi primer esposo sería Michael Jackson en su faceta de negrito, porque con tanta cirugía el pobre hombre quedó amorfo.
Mi segundo esposo sería Will Smith, entre otras cosas me encanta su faceta de cantante de Hip Hop y el buen cuerpo que hoy mantiene.
Mi tercer esposo sería Denzel Washington, a parte de su físico, me gusta mucho como actor.
Mi cuarto esposo Shawn Wayans, además de ser guapísimo me encanta su faceta de actor cómico.
Mi quinto esposo sería David Calzado, de él me gusta a parte de su color, su talla, es grandísimo y baila muy bien la Salsa.
Mi último esposo y no por eso menos importante sería Marlon Wayans, es guapísimo y muy buen actor.

En definitiva tengo una fijación por los morenos, pero aquí les presento al mejor, como le digo yo. "El negro más lindo del mundo" ... Mi hijito



El amor es ciego, no ve color, no ve tamaño, no ve forma; en definitiva el amor no sabe ver, sólo sentir.

Extraño sentir.



[Black or White - Michael Jackson ]

domingo, 21 de junio de 2009

Día del padre sin papá

Desde hace poco más de 3 años, el día del padre no es el mejor día para mi y no es por no tener a mi papá, es mi hijo quien no lo tiene, a pesar que él vive, la ausencia de un padre vivo es peor que la ausencia de un padre muerto.

Hijo mío, que naciste de mi vientre, en un mundo lleno de luz, con mi sangre en tus venas, que el destino quiso que nacieras en la capital sin conocer mi ciudad, que fuiste producto de un gran amor, de un padre sin grilletes en sus manos, sin cadenas en sus pies y sin conciencia en su cabeza.

Hijo mío, yo te enseñaré que la vida es bella, que tiene matices pero que con tu pincel puedes ponerle el color que deseas ver, del amor, de las chicas y sus encantos; te enseñaré a bailar y como no pisar al hacerlo; te enseñaré con orgullo a no ser frágil, a convertirte en un guerrero, a dar tus pasos firmes sin tambalear y cuando caigas, te enseñaré como levantarte, a naufragar si sientes ahogarte, a que mis brazos siempre te estarán esperando en cada orilla.

Hijo mío, yo te enseñaré a divisar grandes sueños, a tener paciencia sin tener que vendarte los ojos, a no conjugar el verbo conformar en primera persona, a saborear los tragos amargos, a robarle el corazón a una chica sin dañarlo, a encantarla con tus bellos ojos, a mirar el corazón, a vivir sin hacerte mil pedazos, a crecer sin abrirle las puertas al fracaso, a ser constante, a mantener firme tu libertad, a alejarte del miedo, a alimentar tu alma más que tu cuerpo, a vivir como grande siendo chico.

Hijo mío, yo te enseñaré que no sólo las balas matan, que los fantasmas no existen, a sacarle más tiempo al tiempo, a no acercarte a la soledad, a no refugiarte en los malos hábitos, a saber que carta jugar en el juego de la vida con la firme convicción que ganaras, a ser un loco enamorado, no sabré decirte cuan grande es el amor, eso es algo que tu aprenderás sin la ayuda de mamá, pero sí te enseñaré que el amor a los hijos es lo más grande que existe en el mundo.

Mi tristeza hoy hijo mio, no es porque te falte un padre, es porque no elegí el mejor para ti, pero a pesar de ello hijo mio yo te enseñaré ser un gran hombre, a pesar que yo no lo soy.

Yo siempre seré tu mamá, tu papá, tu hermana que tanto quieres y antes que todo, seré tu mejor amiga... Te amo hijito.

[Gianmarco - Tu fotografía]

lunes, 15 de junio de 2009

Él y ella

Hay historias que uno llegar a creer que sólo suceden en la ficción, que están hechas y creadas por la imaginación de algún buen guionista, inspiradas para ser plasmadas en el lienzo de un pintor y que la vida se niega a volverlas realidad.

Esta historia se inicia en una ciudad, fue creada en una mente y soñada por dos corazones que andaban por caminos opuestos, a veces en luz y otras tantas en oscuridad; ella tiene todo lo que él anhela, él tiene todo lo que ella no está acostumbrada pero sí dispuesta a recibir, lo que en otros ojos y en un grito ahogado no pudo encontrar.

Ella conoce el amor mas los años se encargaron de hacerle temer, él está dispuesto a amar sin suerte de encontrar una merecedora de ese amor; pero una mañana gris de otoño, un mensaje cambio el final de dos corazones casi resignados a no tener un nombre que ocupe el espacio con cartel de “reservado”.

Él cansado de hacer de una habitación de hotel su prisión de noche, salió en busca de ella dispuesto a conquistarla; ella viviendo en endebles castillos de cuentos de hadas derruidos como una huella que recuerda el olvido, con daño de antaño que hoy causa replica, distante y nerviosa lo dejó entrar a su cárcel, con un destello de lo aun no vivido no quiso ser más la perla en manos de alguien que no la aprecia al tenerla; para él conocerla fue como dar un paseo en el paraíso y tenerla sería como residir en el edén; incluso pensar en ella era escaparse y perderse era encontrarse.

No hay aviso, cuando el amor llega todo cambia, él sabía que era ella, ella sabía que lo había encontrado, él y ella bebieron una botella de vino, añorando con esperanza que vengan días felices que les eran ausentes, ella con demasiado miedo pero feliz de encontrar quien la sabrá amar sin prejuicios, él recobrando la ilusión de un adolecente. El y ella pasaron la noche entera conversando en un auto que no hizo más que conectarlos, ninguno cedió lo mínimo por alterar su destino ya marcado, moldearon sus sueños como vasijas de barro alejándose de la realidad, tan alto como estén dispuestos a llegar.

Un mensaje y una respuesta, una llamada y una cena, una mirada y un suspiro, un beso y un final que se escribirá con tinta indeleble, en donde ni el tiempo, la lluvia o el sol puedan borrar ese sí eterno.

Él, mi hermano
Ella, mi mejor amiga
Yo, feliz




[Manuel Mijares - El Privilegio de Amar]


domingo, 7 de junio de 2009

Los pliegues del corazón


En varias oportunidades mi mal carácter me ha hecho explotar sin un motivo aparente o a la menor provocación, pero hace algún tiempo leí una historia que me hizo reflexionar sobre mi actuar...

"Un día mi maestro, que me vio dando excusas después de una explosión de ira, me llevó al salón y me entregó una hoja de papel lisa y me dijo:- ¡Estrújalo!, Asombrado obedecí e hice con él una bolita.- Ahora -volvió a decirme- déjalo como estaba antes. Por supuesto que no pude dejarlo como estaba, por más que traté el papel quedó lleno de pliegues y arrugas.- El maestro dijo: el corazón de las personas es como ese papel, la impresión que en ellos dejas, será tan difícil de borrar como esas arrugas y esos pliegues.

Después de aquella historia, estoy aprendiendo a ser más comprensiva y paciente, cuando siento ganas de estallar, recuerdo ese papel arrugado, para no lastimar con mis reacciones o palabras y luego tener que enmendar el error demasiado tarde.

Qué distinto sería todo si pensáramos antes de actuar.

Mi vida