lunes, 7 de julio de 2008

Los celos de mi ex

La vida en pareja está llena de alegrías, pero muchas veces también de malos momentos y complicaciones. Querer, amar y compartir la vida con una persona puede ser maravilloso y parece que mientras más perfecta es la relación, más miedo hay a perderla. Cuando una persona cree que otra (una tercera) le esta quitando tiempo, cariño o espacio; algo que él quiere únicamente para sí, se llena de inseguridades y su afán de posesión, desconfianza pueden hacerte una mala pasada y terminar por arruinarlo todo.

En algún momento de mi vida me formé un prototipo de hombre, yo quería para mi un chico alto, de cabello oscuro, ojos grandes, con aire intelectual, fornido y muy parecido a Will Smith, mientras buscaba o esperaba que ese Sr. Smith se apareciera en mi camino, me tope con un ser particular, no fue amor a primera vista definitivamente, nos conocimos, hablábamos mucho, nos enviábamos mensajes todo el tiempo y uno que otro correo. Aprendí a conocerlo tal cual era, su gusto por la soledad, su pasión por Charly García, sus incansables noches de insomnio, su buen corazón y sus nobles sentimientos; no muy alto, ojos pequeños, cabello medio largo, blanco, delgado, bastante lejano al Sr. Smith y no sé que pasó que me empezó a gustar de una forma rara.

Entre muertos y heridos, duramos un año y poco más; tuvimos momentos muy buenos y otros no tantos, haciendo un análisis concienzudo de nuestro tiempo juntos, me alegra haberte conocido.

Estuve con él después de mucho tiempo sola, después que mi matrimonio llegara a su fin y de sufrir la mayor decepción de mi vida; antes de conocerlo no había considerado la posibilidad de enamorarme nuevamente, no había pasado por mi mente poder hacerlo y tampoco lo quería, estaba totalmente negada a sentir, quizás por temor, quizás por que quería encontrar al chico soñado, una ilusión cósmica, un príncipe azul o más bien un príncipe negro; que ni siquiera en esos momentos de ceguera (según yo sabia) tenia la más mínima idea que eso me haría feliz o no; como saber que alguien es perfecto y que te hará feliz si jamás has experimentado estar con él..???. era un riesgo que no quería correr; pero poco tiempo pasó para que la chica con la teoría de no querer amar se diera cuenta que estaba enamorada de un chico raro. Con menudo detalle, reflexionaba y me decía a mi misma: “El amor en tiempos prolongados de soledad es mejor”. Primero por que no hay nada que te limite a amar, segundo que estuviste tanto tiempo sola que te conoces lo suficiente como para saber que es lo que quieres (mentira…!!!), tercero no hay un ex que te joda la vida y por último estas lista para amar a plenitud.

Los tiempos buenos, realmente lo fueron, compartimos mucho de nuestras vidas, involucramos familias, amigos, trabajo; dejamos a un lado nuestros caprichos, manías, costumbres y formamos un todo único, indestructible (según nosotros), fuerte (pero sólo por momentos). El encanto se fue perdiendo con actitudes y reacciones propias de su edad, punto que no había considerado antes de involucrarme con él, los celos llenaron todo nuestro espacio y hacían una brecha en la relación, una grieta por donde el amor se esfumaba y se hacía más grande con cada discusión; su extraordinaria habilidad para imaginar y crear cosas que sólo existían en su cabeza, con el tiempo, se acrecentaba; sus celos eran hasta del aire que respiraba, de un compañero de trabajo, del amigo que me saludaba, del hombre que me miraba, de la llamada que recibía, de un ex, del padre de mi hijo, de uno futuro; en resumidas cuentas, de todo; esa maravilla que un principio dio pase al amor había desaparecido y se había apoderado de nuestra relación los celos, que termino por darle pase al fin; su fijación por una tercera persona era mayor a la de darse cuenta que todo estaba acabando, que necesitábamos un espacio, un tiempo para replantear las cosas, un respiro, calma, tranquilidad, estabilidad y paz a nuestras vidas; pero al parecer el mensaje no fue claro.

No recuerdo cuado se dio el inicio de un final totalmente anunciado, el momento en que la chispa se apagó, que el fuego dejó de quemar, que mirarnos a los ojos y decir te amo dejó de ser prioridad, que Renata ya no era una posibilidad; sólo se desgastó, se quebró, se rompió, el desamor llegó y no se recuperará jamás.

Estas en mi corazón, formas parte de este gran libro que es mi vida y aun así pienses que te fallé, créeme que realmente te ame.

Se puede considerar a los celos como una muestra de amor, que dicen ustedes..???





No hay comentarios:

Mi vida