Hace mucho, realmente mucho que no lloraba de risa, que no compartía tantas cosas, sentimientos, gustos, canciones; que me olvidaba del reloj y casi de las obligaciones; hoy después de algún tiempo he vuelto a hacerlo; como caído del cielo, llegado por situaciones inexpiables alguien empieza a darles (casi a diario) pinceladas de alegría, luz y mucho color a mi vida.
Con el repentino último grito de la moda del Hi5 (ya hace bastante tiempo), todos querían ser amigos de todos, muchas veces gente que ni conocía solicitaba ser agregado como mi amigo, a algunos acepte, otros simplemente ignoré y sigo ignorando; entre este ir y venir de gente me reencontré con muchos ex compañeros de colegio y amigos de mi infancia en Tacna que fue donde crecí, hubieron nombres que me eran familiares, caras que no conocía, otras que no recordaba; pero una en especial llamó mi atención, no sabía quien era a pesar de ser de Tacna, creí que por ser de allá lo conocía y había la posibilidad de que no lo recuerde, su nombre no me decía mucho pero había algo que me hacia pensar que si.
Le dedique un tiempo dándole vueltas al tema, quería saber quien era y decidí enviarle un mensaje, dudé mucho en hacerlo, suelo dudar a menudo cuando se trata de abordar a alguien; pensaba en mil posibilidades… si fuera alguien que sí conozco quedaría mal, si fuera alguien que no conozco podría quedar evidenciada, me hacia un drama (como resaltaría un ex). Sin más que pensar le escribí y vinieron una serie de mensajes en donde tratábamos de averiguar de donde nos podríamos conocer, entre tanta información de ida y vuelta concluimos que conocemos mucha gente en común, pero nosotros no, a pesar de ello nos hicimos amigos y mantuvimos el contacto.
Ahora tenemos tardes interminables de conversaciones de aventuras y desventuras amorosas, fiestas parrilladas y fines de semanas; gustos, canciones y libros son los temas que nunca faltan; fulano, sultano y mengano cambiaron, crecieron y surgieron hablamos recordando a buenos amigos que se quedaron cuando partí; calles, avenidas y eventos que se perdieron en mi memoria y hoy logro recordar gracias a ti.
Compartimos cosas que tenemos en común, nos reímos y nos apreciamos mucho; es una lastima que estés tan lejos y que podamos congeniar tanto, que podamos coincidir en tanto menos en la ciudad en la que vivimos, que anhelemos tanto el amor y sólo nos limitemos a hablar de nuestras experiencias, es una lastima que estemos solos, esperando por ese alguien especial y sólo podamos llenar nuestro vacío a través del monitor, el teclado y un nextel.
Hoy me cuelgo de las palabras de “los enanitos verdes”… Porque siempre estarán en mi, esos buenos momentos que pasamos sin saber, que un amigo es una luz brillando en la oscuridad. Siempre serás mi amigo, no importa nada más…
TQM Paulo.
Gracias por darme alas de tus alas y enseñarme a volver a volar...
.
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario