lunes, 15 de septiembre de 2008

Me ahogo

A veces lloro hacia adentro lo que por alguna extraña razón no puedo llorar hacia afuera, tengo angustias que llena mis pulmones, los que luegos se colman de lágrimas, tapandose por dolor y no puedo respirar, me ahogo en lágrimas, me siento atrapada, envuelta en tristeza, de esa que no cabe ni en si misma.

Siento que me ahogo y grito sin que nadie pueda oírme, siento que me ahogo pero no me ves, no me miras, no me oyes, no me escuchas, no tienes ojos ni oídos, por eso lloro un llanto sordo, ciego y en silencio donde soy dueña de todas las lágrimas y donde tristes mis ojos no te ven, mis manos no te alcanzan, estoy tan triste como cierta es tu ausencia, tan triste que me estoy ahogando en tristeza.

Anoche volví a escaparme de la realidad, he vuelto a soñar y he visto un mundo en el que vivía una dulce princesa de rizos rojos, de gran palacio, de un bello reino, al lado de un bello mar de arenas blancas y atardeceres naranjas; donde su bello príncipe de ojos preciosos y tierna sonrisa es libre y el amor brota por todos los rincones de aquel gran palacio sin reprimirse; allí donde todo tenía un sentido y no era necesario ponerle fin, no tenía medida, ni principio, ni final, ni condiciones, ni desamor; entonces en aquel sueño escuché tu nombre y he despertado, mis ojos se encontraron con las estrellas y es que he regresado a través del tiempo de aquel gran sueño, donde la bella princesa vivía un gran amor, en aquel bello lugar, del bello reino, con su bello príncipe; pero volvió con una tristeza infinita, volvió sola, su bello príncipe se quedó atrapado, prisionero de sus miedos, de sus temores, de sus demonios; aquella bella princesa con su gran amor no pudo derrotar a ese gran dragón que eran sus dudas.

Muero de pena como muere el sol al final de la tarde y donde todo se torna oscuro y gris; estoy doliente y con el corazón vencido, en silencio, callado, inerte, sin hallar la paz de tus besos que ahora me saben a nada por que están ausentes; muero sin verte, con el alma rota, con los ojos encharcados en lágrimas, triste, envuelta en la oscuridad y donde hallé en el silencio uno de los miles de rostros de un corazón roto, enfermo de locura, víctima del amor, extinguido y me hizo comprender lo que ya sabía, la obra inconclusa de un ser incorrecto.

La noche comienza nuevamente y mis sueños ya no están, el silencio avanza en la oscuridad y sigue en un suspiro que me sabe a ti, que vuela traspasando motivos, momentos, circunstancias y sus consecuencias, que apaga cenizas grises, que amarga un vino dulce, que desnuda mi alma y que no acompaña mi cama, ella sigue vacía, ella está sin ti.

Esta noche termino ahogada en tu recuerdo; por que me ahogo sin ti, me ahogo sin ti, me ahogo sin ti, me ahogo sin ti……. Si lo digo suficientes veces aparecerás como en mi sueño de la bella princesa, del bello reino con su bello príncipe, donde esta vez me sacará del fondo del mar y empezaré a respirar nuevamente, porque..... me ahogo sin ti.

[Pensando em você - Henrique Cerqueira]

1 comentario:

Anónimo dijo...

casi casi.... hasta las lagrimas.

TQM

RODRIGO

Mi vida